viernes, 7 de octubre de 2011

Eva en el cristal

Suena un piano en su cabeza y no consigue apagarlo. La última vez que corrió por aquel laberinto de respiraciones, Adán mordió su hombro y volvió a la realidad. Golpea el cristal con sus manos, ignorando que su otra yo le habla desde el otro lado. Hace tiempo que Eva sueña con las sombras que se ocultan en la oscuridad de su morada cuando sale. Se pregunta si es real, un aviso. Tal vez una noche, cuando vuelva de fingir que todo va bien, encontrará a una de esas sombras sentada en su lecho, esperándola. Se acercará a ella y le morderá para hacerla sentir mejor, porque así es su historia. Se perderá entre sus piernas y el último grito de Eva será la liberación de su abandono. Entonces, y sólo entonces, acariciará el espejo y reconocerá su rostro. "Hola de nuevo, ¿dónde has estado todo este tiempo?".